En su informe sobre el futuro del mercado único europeo, presentado al Consejo Europeo del 18 de abril de 2024, el ex Primer Ministro italiano Enrico Letta, Presidente del Instituto Jacques Delors, propone soluciones a la falta de competitividad y al posible declive económico de Europa.
Para Enrico Letta, este declive no es irreversible. Requiere urgentemente una recuperación conjunta. Según el informe de Letta, el retraso de Europa con respecto a otras grandes economías del mundo se debe en gran parte a la fragmentación de los mercados y las economías que sigue existiendo casi 40 años después de la adopción del Acta Única Europea en 1986. En ella se sentaron las bases de la gran obra de la Unión Europea, gracias a Jacques Delors: el mercado único basado en las libertades de bienes, servicios, trabajo y capitales. Hoy urge mejorarlo.
Al mismo tiempo, Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo (BCE), elaboró un informe sobre la competitividad europea en nombre de la Comisión Europea. Apoya las conclusiones de Enrico Letta y sus recomendaciones para remediar de inmediato la fragmentación de los mercados y las economías europeas.
El informe de Letta deja claro que es necesario un cambio radical. La clave son las empresas europeas, a las que debe permitirse por fin aprovechar las ventajas del mercado único frente a sus competidores mundiales, que prosperan en mercados enormes y eficientes.
Permitir que las empresas europeas se desarrollen dentro del mercado único es un imperativo estratégico y de política de soberanía. En este contexto, Enrico Letta propone la creación de un Código Económico Europeo en su informe “Mucho más que un mercado”.
El Código Europeo de Derecho Económico, Mercantil y de Sociedades es necesario. Prepararía el camino para la tan necesaria simplificación del Derecho mercantil europeo; gracias a la técnica de la codificación sin modificación de la ley, haría legible y accesible el acervo europeo en el ámbito del Derecho mercantil. Al volver a un 28º régimen facultativo, abordaría los aspectos de la actual fragmentación del mercado que resultan más gravosos para las empresas. Estas consecuencias se derivan de la coexistencia y compartimentación de los 27 regímenes diferentes de Derecho mercantil que aún rigen el día a día de las empresas en Europa.
“Podemos partir de la base de que un Código Mercantil Europeo supondría un paso transformador hacia un mercado único más armonizado, que proporcionaría a las empresas un 28º ordenamiento jurídico. Abordaría y superaría directamente el actual mosaico de normativas nacionales y actuaría como instrumento clave para liberar todo el potencial de la libre circulación dentro de la Unión”, afirmó el ex Primer Ministro italiano.
Siguiendo las recomendaciones del Informe Letta, el Libro de Derecho Económico Europeo permitirá desarrollar nuevos instrumentos contractuales que respondan a las necesidades específicas de las empresas para que puedan desarrollarse en el mercado europeo. Estas necesidades son las siguientes
- Necesidad de una forma societaria plenamente reconocida en los demás Estados miembros. Para ello, el Código de Comercio prevé la nueva forma de Sociedad Anónima Europea Simplificada (SES);
- Necesidad de financiación a través de un préstamo europeo o garantias europeos (eurobonos, eurohipotecas…)
- Necesidad de una cobertura de seguro a través de un seguro europeo;
- Necesidad de fomentar la innovación mediante la creación de un sistema fiscal europeo para “empresas europeas jóvenes e innovadoras”, etc.
Un Derecho mercantil normalizado y codificado es también un vector de competitividad y atractivo, como demuestran numerosos ejemplos del extranjero. En Estados Unidos, el Código de Comercio Uniforme (UCC) ha facilitado la creación de un enorme mercado, mientras que en África, la Organización para la Armonización del Derecho Mercantil (OHADA) es reconocida como motor del crecimiento del comercio y la inversión.
Es necesario dar una perspectiva a las empresas europeas con la mejora del mercado interior. Por ello, el toque de atención y la llamada a la acción de Enrico Letta y Mario Draghi son realmente bienvenidos. El objetivo del Presidente del Instituto Jacques Delors debe ser ahora asegurarse de que sus propuestas no se queden en nada. Al fin y al cabo, estas propuestas pueden ser ambiciosas, pero realizables.